La mochila del maratón

Quedan 10 días para el maratón de Sevilla y ya empiezo a pensar en la mochila. ¿Qué llevo? Es una pregunta que me hago cada año y creo que al final siempre llevo lo mismo año tras año y no es más que lo que llevo a cualquier otra carrera.

Por el simple hecho de ordenar la mochila para encontrar las cosas conforme las voy a necesitar siempre empiezo a preparar la mochila por el final, es decir, por lo último que me va a hacer falta para ponerlo al fondo y poner arriba lo primero que necesitaré.  

Como suelo ducharme en todas las carreras a las que acudo ya he podido comprobar la característica principal que tienen en común todas las duchas de carreras, el agua está fría. Y en algunos casos muy fría. Para encontrarte una ducha con agua templada tienes dos opciones, o tener suerte o ducharte en muchas carreras para que te toque por probabilidad. Pues eso, como me ducharé tras el maratón meteré el neceser, la toalla y las chanclas, además, de una muda limpia.

 

Ahora tengo que pensar en la carrera. La equipación la llevaré puesta, esa no la tengo que meter, y el reloj también, pero el resto de complementos sí que los tengo que meter. Pensemos… la gorra, las gafas, una camiseta vieja y unos guantes de plástico por si hace frío y los necesito en los primeros kilómetros, los geles que tenga pensado tomarme y una muñequera que será donde los lleve, tiritas y esparadrapo para los pezones y los pies si hiciera falta, vaselina y algún spray como Radio Salil, pañuelos (siempre llevo varios paquetes), una botella de agua para echar un último traguito antes de empezar y el dorsal. En este caso, también llevaré la bolsa para meter la mochila antes de dejarla en el guardarropas.

Creo que no se me olvida nada, pero aun teniendo la lista y aun preparando la mochila el día anterior, antes de salir de casa vuelvo a darle otro repaso de arriba abajo. Serán los nervios pero no me voy tranquilo si no lo hago. ¡Ves!, ya se me olvidaba. A pesar de llevar la equipación puesta, siempre llevo otra equipación de repuesto en la mochila, calzonas, mallas y camiseta por lo que pueda pasar. Y si se prevén lluvias, el chubasquero y unas zapatillas secas. Te aseguro que alguna vez he sacado de un apuro a algún compañero.

Ahora sí la mochila está preparada. ¿De verdad? ¿Estás seguro? Ni yo estoy seguro…