lunes, 6 de octubre de 2014

Ruta del Jamón Ibérico (Aracena - Jabugo). 2014

05.10.2014


El equipo antes de salir

Este pasado domingo volví a la competición, me esperaba la sierra de Huelva. Era mi primera competición larga desde mayo y no sabía en que condiciones llegaría, no sabía cuál sería mi ritmo de competición, así que me propuse poner un ritmo alegre e ir variando según las sensaciones. Hacia dos años que no participaba en esta carrera por coincidencia con la Media Maratón de Granada pero he de decir que esta carrera tiene algo que me atrae.

Este año no me tuve que levantar tan temprano como otras veces porque mi cuñada nos llevaría directamente a la salida. A las 7.40 me recogieron en casa y nos pusimos rumbo a Aracena a donde llegamos tras algo más de una hora de viaje. Recogimos los dorsales y nos fuimos encontrando con los demás compañeros del club. Después de un rato de charla y risas nos preparamos y empezamos a calentar. Activé el GPS pero ese día se cogió vacaciones y no estaba dispuesto a trabajar.

Entrando en Meta
A las 10 en punto se dio la salida, ya le había comentado a mi hermano que iba a intentar quitarme el primer kilómetro de subida cuanto antes y que luego ya cogería el ritmo de carrera, y así lo hice y él me siguió. Al final de la cuesta se nos unió Agustín y los tres montamos un buen grupito de carrera. Al ir sin GPS tenía que buscarme otra forma de saber de vez en cuando el ritmo que llevábamos para no meter la pata. Y como no me fiaba de las marcas kilómetricas de la carrera porque me habían dicho que no estaba bien, me fui ayudando de los puntos kilómetricos de la carretera, y así fui controlando el ritmo en algunas fases de la carrera. 

Mi hermano y yo ya conocíamos la carrera pero Agustín debutaba en ella, así que fuimos dándole indicaciones de los que nos íbamos a ir encontrando en cada momento. Al poco de salir de Aracena ya nos adentramos en Los Marines donde estaba el primer avituallamiento y, casi sin darnos cuenta, nos desviamos a la izquierda para comenzar la subida a Fuenteheridos. Este era uno de los puntos duros de la carrera y marcaba un cambio de tendencia de la carrera. Desde el inicio de la carrera había soportado un continuo sube y baja que concluía con la entrada en Fuenteheridos. De aquí a Galaroza nos encontraríamos con 6-7 kilómetros de bajada continua.

Acabado el esfuerzo
Estos kilómetros de descenso los usamos para coger un ritmo más vivo pero también para ir más relajados, aunque mi hermano tenía algunos problemas para controlar sus piernas porque quería ir más rápido aún, pero teníamos que pensar en el tramo final y no llegar agotados. 

Al salir de Galaroza nos encontramos con la parte más dura de la carrera. Primero un repecho para subir hasta la carretera nacional y algo más de un kilómetro con un falso llano con pendiente ascendente que nos llevaría hasta el desvió hacia Jabugo. En los primeros metros de la subida a Jabugo no tenía buenas sensaciones, le di un par de tragos a la botella de agua que nos dieron en el último avituallamiento y intenté coger un ritmo constante de subida.

Las malas sensaciones se fueron pronto y fui subiendo la cuesta sin demasiados problemas. Mi hermano y Agustín se quedaron unos metros por detrás y ya no fueron capaces de seguirme. A los dos kilómetros ya estaba entrando en Jabugo y apenas quedaban dos calles para llegar a la plaza y encontrarme la Meta. Aquí se suaviza la subida, así que aproveché para aumentar el ritmo de nuevo y volver a tener las sensaciones de ir rápido.

Disfrutando de una cervecita
Crucé la meta en 1h36'15", 3 minutos mes que hace dos años, esperé a mi hermano y a Agustín que llegaron 30 segundos más tarde y nos fuimos a buscar nuestro merecido avituallamiento. Poco a poco fueron llegando el resto de compañero, excepto Miguel que ya nos esperaba en Meta, es un monstruo el tío, y nos fuimos a ducharnos y tomarnos unas cervecillas con algún picoteo.

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