lunes, 6 de mayo de 2013

III Carrera "7 Colinas de Tartessos". Camas 2013


Mi debut en una carrera de montaña

Este domingo nos hemos ido hasta la localidad vecina de Camas para participar en la Carrera de Montaña “7 colinas de Tartessos” de 15.400 metros de longitud y con una considerable dureza. Al ser la primera vez que iba no conocía bien el circuito y sólo había realizado un entrenamiento por la parte final de la carrera. Aprovechando que mis compañeros sí habían realizado algún entrenamiento por todo el circuito me informé de los puntos a tener en cuenta y me ayudó para llevar un pequeño control de la carrera.

Nada más dar el pistoletazo de salida empezamos a callejear y coger las primeras cuestas considerables. Antes del primer kilómetro el circuito se estrechaba de tal manera que sólo podíamos pasar de uno en uno esquivando la maleza del campo, por eso, me puse al principio del pelotón en la salida y, así, no perder mucho tiempo en este embudo. Este primer punto estratégico lo pasé bien y no perdí apenas tiempo con los atletas que me precedían.



Ya tenía por delante a los compañeros Jose, David y Miguel y, junto a mi, estaban Delicado y Matías. Llegamos a un punto en el que había que girar a la derecha pero que no estaba bien señalizado, por lo que, algunos corredores se equivocaron y siguieron para adelante teniendo que volver para coger de nuevo el circuito. Por suerte, yo cogí el camino bueno. En este primer tramo subimos hasta el Carambolo, de aquí a Castilleja y luego nos adentramos en el camino que nos lleva a Caño Ronco.

Más o menos por este punto Matías empieza a quedarse. Delicado y yo continuamos juntos teniendo por delante muy cerca a Miguel y David. Poco antes de llegar a Caño Ronco un nuevo giro a la izquierda nos pone de frente a una nueva cuesta por un estrecho sendero por el que me tengo que agachar para sortear un árbol. Este camino nos lleva a Castilleja de Guzmán y, aquí, empieza a quedarse Delicado. Y justo antes de llegar al pueblo una nueva mala señalización hace que un grupo que llevo delante dé una vuelta más larga de la cuenta. Otra vez me he librado de esta equivocación. Me veo con fuerzas y aprieto en la subida al puente de Guzmán sabiendo que después me espera un tramo de descenso que será donde alcance a Miguel. Va un poco fundido y se queda, luego le doy caza a David en la cuesta arriba pero de nuevo me adelanta en el siguiente descenso.

Salimos de Guzmán en busca de Valencina y vuelvo a adelantar a David que se ha parado a atarse los cordones y ya no volveré a verlo. Ya no tengo a ningún compañero cerca, Jose va en el grupo de cabeza y los demás van por detrás. Por un momento me encuentro en tierra de nadie porque llevo a un grupo por delante a unos 50 metros y a otro por detrás a unos 30 metros pero me veo con fuerzas para llegar al grupo de delante y sigo tirando.

Llegamos a Valencina y sé que es el punto más alto, que ya empezamos a bajar, aunque quedan las colinas más duras. Llevo un buen ritmo por debajo de 5’00”/km  y aún no he andado en ninguna colina pero será inevitable hacerlo en las próximas. Aprovecho un tramo de varios kilómetros por caminos anchos en los que podemos correr para ganar tiempo pero más temprano que tarde llegamos a una nueva colina. De nuevo a subir por caminos de a uno abriéndonos paso entre las hierbas del campo y con cuidado de no pincharnos mucho con los cardos.

Llego al segundo avituallamiento, en el primero se me cayó la botella al subir una colina pero, en éste, la agarro bien y subo el trecho más duro, me paro, bebo un par de tragos y sigo subiendo. Creo que fue lo mejor que hice porque el corredor que llevaba delante apenas me sacó unos metros y yo bebí correctamente. Llegamos a un tramo arado que paso rápido y que nos lleva a la primera colina de gran nivel que tengo que subir andando. Empiezo la subida corriendo todo lo que puedo pero cuando me topo con el que llevo delante me tengo que parar y seguir andando. Una vez arriba continuamos la marcha y visualizamos de cerca una nueva colina a tener en cuenta, pero antes tenemos que afrontar un descenso un tanto pronunciado y peligroso (ver foto).


Al llegar a la nueva colina comienzo corriendo pero esta vez me paro antes de lo previsto, me resulta casi imposible subir más deprisa. Voy con las manos apoyadas en las piernas y tirando para arriba de mi cuerpo mientras nos animan desde lo más alto con un cencerro. A pesar de las dos colinas que he subido andando apenas he perdido 2 minutos y me dispongo ya a afrontar la última etapa de la carrera. Quedan 2,5 km.

Comienzo un largo descenso pronunciado que me lleva a una curva de 90º a la derecha que no gestiono bien y piso sobre piedrecillas sueltas que me llevan a poner las manos en el suelo. Por suerte, no he puesto las rodillas y no sufro ningún rasguño. Me levanto rápido y afronto la última subida de la carrera. Una vez arriba sólo queda 1,5 km. en descenso que hago a tope, aún estoy con fuerzas para apretar y aprovecho la bajada para ponerme a 3’50”/km. Me introduzco en el sendero serpenteante del parque donde está ubicada la meta, unos metros más y el arco que señala que la prueba está concluida. Paro el crono en 1h12’55” y la clasificación indica que he entrado el 24º de la general y el 14º de mi categoría.

Ha sido una gran carrera en la que me ayudó salir al principio para no perder tiempo en los primeros kilómetros y una buena preparación en cuestas. He estado corriendo junto a atletas que en llano me habrían sacado mucho tiempo pero que las cuestas se les atragantaban. En fin, el año que viene volveré y tendré que mejorar este tiempo. Difícil tarea. 

2 comentarios:

  1. Buena narración. Se conoce estilo en los textos. Enhorabuena por el léxico y la preparación. Pero quizás se te olvida lo principal, has pasado por lo que fue el templo fenicio donde casualmente se halló el tesoro del Carambolo, la vista de Sevilla por la parte de Triana es muy interesante. Mas adelante, cuando llegaste al final de Caño Ronco, ese camino es la vereda de los carboneros, lugar por donde entraban el carbón a Sevilla, rozaste el Dolmen del Lino, es mas, casi subiste por encima de él en Guzmán cuando giraste hacia la izquierda y tras una bajada y un fuerte repechito, rozastes, esta vez, el dolmen la Pastora. Llegado a Valencina bajaste por lo que hoy se llama los Mariscales y antaño camino abajo a Sevilla, que desembocaba en una casilla de Guardabarrera en la vía del tren de huelva, hoy desaparecida y llamada por los chavales del Infierno. El primer cerro, de los carreteros, ahí algunos, los mas atrevidos, han subido con una yunta, que de eso sabéis los de Gines igualmente. Mas adelante pasaste el paso de la culebra, tenia mas de 3 metros de larga cuando la mataron, el cerro último, hoy de Santa Brígida, fue derruido por los Franceses en la guerras de 1812 y en su lugar se emplazó dos cañones para controlar el paso para Extremadura. Desde el primer cerro, el que tiene las cañas, se ve en días claros, Morón, Zaframagón en Coripe y el Puerto de las Palomas en Zahara de la Sierra. Es una carrera para saborear la historia y el espacio. Un saludo y perdona por el rollazo. F.L.D.

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    1. Pues muchísimas gracias por esta lección de historia y por aportar tantos datos a mi narración que yo desconocía. Bueno, el templo fenicio si lo conocía y que viera las vistas de Sevilla es innegable, pero tengo que reconocer que disfruté más de esto durante los entrenamientos que el propio día de la carrera. Me guardo los datos para futuras visitas a estos lugares históricos por los que disfrutamos corriendo durante esta gran carrera.

      Sí me hubiera gustado que se hubieran señalizado en el circuito las 7 colinas para saber por que colina transitábamos.

      Lo dicho, muchas gracias por el comentario.

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