sábado, 1 de septiembre de 2012

Carrera Popular Ruta Carlos III. Écija 2012

Crónica de archivo.
08.01.2012

Mi primera participación en esta carrera

¿Qué hacemos 1.300 personas un 8 de enero tan temprano en La Luisiana cuando podríamos estar disfrutando en casa de los regalos recibidos apenas 48 horas antes? ¿Por qué nos ponemos en tirantas y calzonas con el frío que hace? Quizás, con la soñera del principio de la mañana no seas capaz de encontrar respuesta a estas preguntas pero, una vez cruzada la meta, ni siquiera te acordarás de haberte realizado estas preguntas. Sólo te quedarás con el disfrute o el sufrimiento de la carrera pero siempre darás por bueno el madrugón y el frío sacando la parte positiva de lo acontecido durante la mañana.

Temprano habíamos quedado, a las 8:30 ya estábamos todos en el poli y nos dirigimos hacia La Luisiana donde nos quedamos todos excepto los dos conductores que se fueron hasta Écija para dejar un coche allí. Recogimos los dorsales y buscamos un rinconcito donde calentara el sol para evitar el frío que hacía a esa hora.

Una vez todos juntos nos preparamos para la carrera, nos hicimos la foto de rigor y empezamos a mover las piernas. Alguno parecía que se había pasado toda la noche bebiendo o que estaba muy nervioso porque no paraba de visitar el wc (bueno, quién dice el wc dice el árbol o la tapia de turno).

Llegada la hora nos vamos hacia la salida. Nos ponemos cerquita de la línea de salida, todos juntitos y nos deseamos suerte para la carrera. La intención es hacer la carrera a ritmo de maratón pero las ganas de correr me pueden y tengo la sensación de que el ritmo de maratón no lo voy a ver ni en el primer kilómetro.

Se da la salida, rápidamente Roque se pone delante del grupo y yo le sigo, justo detrás van José Luís, Mauri y mi hermano. Antonio Castro, Antonio Fernández y Manuel se quedan más atrás y Matías, que se ha perdido en la salida, intuimos que va por delante. El km. 1 lo hacemos a 5'05", el ritmo es bueno pero pronto me doy cuenta que Roque quiere más y que no para de mirar para atrás. No sé si quiere que le siga o si pretende dejarme pero viendo que el ritmo de los siguientes kilómetros es cómodo (el 2 y el 3 lo hicimos a 4'30") decido seguirlo.

Pronto nos quedamos los dos solos y ya nos hacemos a la idea de que vamos a hacernos compañía durante toda la carrera. Aumentamos el ritmo y ahora nos colocamos entre 4'20" y 4'25". Roque me sugiere que nos integremos en un grupo para evitar el viento de costado pero el tema no funciona como esperaba porque conforme vamos cogiendo a grupos de corredores los vamos adelantando y seguimos en busca del siguiente grupo. Así que son pocos los segundos que nos vemos resguardados del viento.

Llegamos a El Campillo y Roque me anticipa lo animados que son los vecinos. No le faltaba razón, los aplausos me dan alas para mantener el ritmo. Antes de llegar a Cañada Rosal, cuando estoy concentrado en el grupo que llevamos delante me dice Roque: "Ahí está tu hermano". Creo que está de guasa pero miro para atrás y. ¡es cierto! ¿Qué hace mi hermano aquí? Sólo fue un espejismo porque en pocos metros volvió a quedarse atrás porque, en ese momento, nuestro ritmo volvía a ser fuerte. Por Cañada pasa Roque aplaudiendo a todos los vecinos como si fuera uno más de ellos y, de nuevo, los aplausos me ayudan a seguir el ritmo que ya en el km. 10 me va pesando.

A la salida de Cañada nos encontramos con Manuel Matías que está parado porque su rodilla le ha vuelto a jugar una mala pasada. Le animamos a que nos siga pero no puede. Nos quedan 12 kms. de carretera hasta llegar a Écija. La carrera empieza picar para arriba pero confío en que pronto llegará el llano del que nos había hablado Manuel Vega. Los kilómetros pasan, las fuerzas empiezan a flaquear y la carretera sigue picando para arriba ¿Dónde está el llano, Manolo?

Me hago a la idea de que vamos a estar subiendo hasta Écija. Por un momento veo a Roque flojear (hemos bajado el ritmo a 4'32") y decido ponerme delante de él para volver al ritmo que llevábamos pero apenas soy capaz de bajarlo 4" y, de nuevo, Roque vuelve a ponerse delante. Comienzo a notarme fatigado y le doy vueltas a la cabeza que me dice que el ritmo al que vamos es bastante bueno y no hay motivos para mejorarlo, así que me mantengo detrás de Roque y procuro concentrarme de nuevo en la carrera.

De pronto nos alcanza un grupo por detrás que lleva un mejor ritmo y surge lo que me temía. Roque, no sólo no deja que el grupo siga para adelante si no que se abre hueco para ponerse delante y tirar de él. Me resguardo detrás del grupo para recuperar el aliento pero en compañía de este grupo nos hemos vuelto a poner en 4'20". Parece que a Roque le puede el ritmo y deja la cabeza del grupo y se viene para atrás, lo que significa que, en pocos metros, el grupo nos deja y volvemos a bajar el ritmo unos segunditos.

En este momento aprovecho para mirar mi GPS nuevo y ver la información que me da. Y, sin darme cuenta, entre el cansancio y la desconcentración, bajo el ritmo y Roque me saca unos 10-15 metros que me cuesta recuperar. Tras un kilómetro sin bajar ni subir la distancia decido hacer un esfuerzo para cogerlo. A todo esto ya estamos en el kilómetro 17 y nos adelanta una pareja de ecijanos que van comentando lo que queda de recorrido. Así me entero que la carretera no para de subir hasta el kilómetro 20 y que en el 22 está la bajada de entrada a Écija. Aunque parezca mentira esta información me animó y, al mismo tiempo, me creó una cierta ansiedad deseando que llegará ya el km. 22. 
 
El sufrimiento se empieza a acabar porque llegamos a la bajada. Una pronunciada cuesta en la que sólo con dejarnos ir nos pusimos a 4'05" y que nos introdujo en las calles adoquinadas de Écija. Nos subimos a las aceras todo lo que podemos pero son 3 km. por adoquines que se hace bastante largo. Al poco tiempo, pasamos por el centro del pueblo, los adoquines son más pequeñitos y lisos y están mejor puestos, ya sólo queda un kilómetro, me animo a subir el ritmo pero noto que Roque no me sigue. Miro para atrás varias veces y le digo: -"Roque, vamos", pero no hay manera. Continúo tirando y pronto veo la pancarta de la Cruzcampo y, tras ella, la pancarta de Meta. Miro una vez más para atrás por si veo a Roque y lo espero para entrar juntos pero llevo a varios corredores detrás y no lo veo. En este momento, me acuerdo que mi mujer y mi hijo han venido hasta Écija a verme, así que los busco entre el gentío pero hay tanta gente que no los localizo.

Entro en meta en 1h52'58", recojo el ticket con el tiempo y espero a que llegue Roque. Entra a los pocos segundos y nos felicitamos mutuamente por la carrera realizada. Si no hubiese sido por la "rueda" de Roque estoy seguro que no habría podido hacer este tiempo.

Muchas gracias y nos vemos en la próxima.

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