27.11.2011
Por primera vez, este año no me acompañaba mi mujer que se quedo en casa con el pequeño Héctor.
El pasado domingo nos fuimos hasta Córdoba para participar en su Media Maratón. Son significativas las ausencias de última hora que hemos tenido este año, ya que, mi hermano y Keko se han tenido que quedar sin viajar por distintos motivos.
A las 7:15 salí de casa con destino a la ciudad de la Mezquita. Al ir sólo y no haber dormido mucho, el camino fue algo pesado pero a las 8:50 ya estaba aparcando el coche. Buena organización en este sentido, habilitando una gran zona de aparcamiento asfaltado muy cerca del polideportivo.
A las 9:30 me junto con Juanlu y Mauri que se habían ido el día anterior y se habían encargado de recoger los dorsales. Dejo constancia de los problemas que tuvieron para recoger los dorsales, ya que les pidieron la hoja de pago, fotocopia del DNI y autorización escrita para poder recogerlos. El año que viene tendremos que preparar todos estos documentos para que no haya problemas.
Cuando los encuentro, Miguel Ángel también ha llegado y sólo falta Manuel Serna. Nos preparamos y entregamos rápido las mochilas en el guardarropas para calentar un poco. Mientras estirábamos llega Serna y ya que estamos todos, nos dirigimos a la salida. Para otro año, tenemos que llegar antes a la línea de salida porque desde que dieron el pistoletazo hasta que cruzamos la alfombra pasaron 1’30”.
Miguel Ángel tira desde el principio y el resto continuamos en grupo intentando sortear a los más lento y coger un buen ritmo. Pasan los primeros kilómetros y Juanlu y Serna ven que el ritmo les supera y deciden tomárselo con más tranquilidad, así que, desde el km. 7 nos quedamos Mauri y yo. Seguimos avanzando en busca de huecos para poder correr tranquilamente. Hasta el momento, la carrera es cómoda, ya que Córdoba tampoco tiene grandes cuestas.
Poco antes del km. 12 cogemos un repecho para subir un puente que nos lleva a una subida continua que no dejaremos hasta que vimos de cerca el km. 15. Ya estamos cerca de la Meta pero esta subida nos ha mermado un poco las fuerzas y nos tomamos unos segundos para recuperar y continuar con el ritmo que es bastante bueno.
Ya en el 18 me dice Mauri que no puede seguir el ritmo y se queda unos metros atrás. Yo intento seguir, aunque ya me pesan todos los días que he estado sin entrenar y las pocas horas de sueño. El km. 19 no lo veo y el 20 me da alas gracias al avituallamiento. Ya sólo hay que rodear el polideportivo y habremos terminado. Entro en Meta dando lo que me queda que no es mucho y paro el crono en 1h40’18”.
Me gusta la organización de esta carrera aunque la recogida de los dorsales es un engorro y el avituallamiento en Meta lo veo demasiado estricto, hay que ser más flexible con los atletas que se han pegado 21 km . corriendo.
Nos vemos en la próxima.
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