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| Paso por el kilómetro 20 |
Ayer nos levantamos temprano para participar en la Media Maratón de Córdoba. A las 7 de la mañana emprendimos el viaje mi hermano y yo para encontrarnos allí con otro compañero, Miguel Ángel, que nos había recogido los dorsales el día anterior. Habíamos quedado a las 9 en la puerta del polideportivo y allí nos encontramos los tres. Comentamos un poco la carrera y nos dispusimos a prepararnos para comenzar el calentamiento.
La organización de la Media Maratón de Córdoba está bastante bien aunque tiene ciertos detalles a mejorar, como que en el vestuario haya 7 duchas y sólo salga agua de 3 de ellas o que no se puedan recoger los dorsales el día de la prueba, aunque esto ya se está poniendo de moda en la mayoría de las medias, pero para los que somos de fuera de la provincia no siempre nos viene bien desplazarnos el día anterior. El resto de la organización me parece estupenda y, este año además, han contratado con Sanitas el patrocinio y han puesto a un fisioterapeuta cada 2 - 3 kms.
En fin, que después de un suave calentamiento nos acercamos a la línea de salida para ocupar las primeras plazas y no perder mucho tiempo al principio, con la idea de hacer un tiempo de 1h35’ más o menos. A las 10 se dio la salida y desde el principio cogimos un buen ritmo pero, al contrario que en otras carreras, nos sorprendió la cantidad de atletas que llevaban nuestro mismo ritmo o superior cuando, normalmente, encontramos más huecos para correr. En este ocasión, fuimos muy acompañados durante casi toda la carrera, incluyo cerca del kilómetro 5 tuvimos algún parón en la marcha al pasar por alguna calle estrecha.
Mantuvimos una media de 4’25” – 4’30” durante los 10 primeros kilómetros pero empecé a notar que, de nuevo, me había pasado de optimista y ese ritmo me estaba pudiendo mientras que mi hermano iba de lujo. Antes de llegar al 12 le dije que tirara para adelante porque ya llevaba varios kilómetros tirando de mí y me estaba sacando de ritmo mientras que él se estaba reteniendo demasiado. Durante la larga subida que va del 12 al 15 me puse a un ritmo de 4’35” que me iba mejor.
Aproveché el avituallamiento del 15 para tomarme con tranquilidad el 16 y recuperarme bien. A partir de aquí, el terreno es más favorable porque casi todo se hace en bajada y de nuevo cogí un ritmo de 4’35” que me iba bien pero que tampoco hubiera podido subirlo más si hubiese querido. Así que me dejé llevar a este ritmo hasta la Meta. Crucé la línea en 1h36’34” que no es un mal tiempo pero que vista la fatiguita que pesé y que, de nuevo, me volví a equivocar en la planificación, me hizo ver que no estoy tan bien de forma como creía.
El próximo domingo toca la Media Maratón de Camas y espero que esta vez acierte con el ritmo desde el principio.
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