06.04.2014
Mucho tiempo llevaba sin aparecer por aquí, el tiempo justo
para sufrir una leve lesión e intentar recuperarme para llegar en condiciones a
la Media Maratón de Arahal – Morón.
Hace tres semanas sufría una dorsalgia que me impedía
correr. Un fuerte dolor en pecho a los pocos minutos de empezar el
entrenamiento hacía saltar las alarmas. Tras varias visitas al medico me
diagnosticaron una dorsalgia que debía quitarme el fisioterapeuta. A pesar de
perder algunos entrenamientos, después de las visitas a mi fisio pude volver a
entrenar aunque aún me de alguna punzada en pecho y espalda.
Con todo esto me dispuse a participar en la Media Maratón de
Arahal – Morón realizar un tiempo aceptable aunque alejado de mis mejores
tiempos. Teniendo en cuenta las malas sensaciones con las que terminé el Maratón,
las últimas lesiones y el perfil de la carrera tampoco quería hacer MMP.
Una vez en Arahal los cinco compañeros que íbamos a
participar recogimos los dorsales, nos cambiamos de ropa y estuvimos calentando
un poquito. Puntual se dio la salida, Delicado, Agustín y yo hicimos un grupo
mientras mi hermano y Gabriel hacían otro más retrasado. Los tres primeros
kilómetros que eran en bajada se hicieron rápido pero al llegar el cuarto ya
pusimos un ritmo más acorde a los que yo pretendía. Con unos tiempos que
rondaban el 4’28” nos mantuvimos 15 kilómetros aunque, a partir del 11, ya
empezaba a no encontrarme bien y el sol empezaba a apretar más de lo deseado
haciéndonos pasar mucho calor. El cansancio era excesivo y mi cuerpo no respondía
como otras veces a pesar de no llevar un ritmo exigente.
Aproveché el avituallamiento del kilómetro 16 para
descolgarme y dejar que Delicado y Agustín que iban mejor que yo se fueran
hacia delante. En este punto ya me notaba muy cansando y los tiempos empezaron
a subir. Me mantuve algunos kilómetros más rondando el 4’40” pero, en los kilómetros
finales, me puse por encima de 5’00”. A tener en cuenta la cuesta final de esta
carrera para subir a lo alto de Morón que no tiene desperdicio.
En la recta final me esperaba mi hijo, así que, me paré, lo
cogí y cruzamos juntos la meta. Al final paré el crono en 1h37’07” (a 4’36”),
lejos de mis mejores tiempos pero también estoy lejos de mi mejor forma. He
llegado demasiado cansado a estas alturas de la temporada.
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