Con Delicado, mi compañero de carrera |
Esta vez tocaba en casa. Llegó uno de esos días especiales
marcados en rojo en nuestro calendario runero. El domingo corría en casa, la
carrera de la Fasa Renault había llegado. Durante la semana procuré cuidarme
para llegar en perfectas condiciones al domingo. Una vez más el Astro Rey quiso
brindarnos un gran día para la disputa de una carrera. Nada de frío y poco
calor, la temperatura perfecta para un día llamado a ser uno de los
inolvidables de esta temporada. El domingo no solo se corría, sino que después
teníamos barbacoa de comunión con las familias de todos los compañeros.
Mi hermano llegó a casa a las 8.25 para cargar el coche con
la bebida que teníamos que llevar y luego nos fuimos a las instalaciones de la
Fasa para dejar allí el coche aparcado. Minutos antes de las 9.00 llegamos a la
plaza, lugar de encuentro para la entrega de dorsales y la foto de grupo.
Saludos a los compañeros, charla de calentamiento y a posar cual modelo de
revista. Con 45 minutos de margen nos fuimos a cambiarnos y, calentando,
llegamos a la zona de salida. Después de unos minutos de calentamiento me
dispuse a coger un buen sitio para la salida al tiempo que comentaba con los
compañeros la estrategia para la carrera.
Tras el disparo de salida Miguel y yo, que había hablado de
ir juntos, empezamos rápido para evitar retrasos en la subida que tenemos nada
más empezar. Coincidimos con Juan Antonio y nos fuimos los tres rumbo a
Castilleja de la Cuesta. Al pasar cerca de casa mi hijo, mi mujer y mi cuñada
me estaban esperando, así que me acerque a mi hijo que estaba muy excitado y le
toque como él esperaba que hiciera. Pronto comenzamos a descender y esto nos
anima a coger un ritmo aún más rápido pero noto que me están sacando de ritmo y
en el km. 2.5 les dejo ir. Aunque voy bien no quiero quemar todas las balas en
los primeros kilómetros. No se distancian mucho, apenas unos 50-100 metros , así que los
voy controlando por si tengo la posibilidad más delante de cogerlos.
Km. 1 |
A la salida de Castilleja de la Cuesta me alcanza José
Antonio Delicado que no andaba muy lejos y nos asociamos los dos para poner un
ritmo bueno. En el kilómetro 6 me esperan mis sobrinas, mi hermana y mi cuñado
para animarme, les saludo y seguimos con la vista puesta en Castilleja de
Guzmán. Aprovechamos los pocos metros de bajada que hay hasta la entrada a
Guzmán para coger aire y ganar tiempo.
Y en esto me dice Delicado: “Comienza el Tourmalet”, porque
la subida desde Guzmán hasta Valencina es un Tourmalet, conocido ya por todas
las veces que lo hemos hecho pero que siempre se atraganta. Es preciso subirlo
cómodo porque una mala gestión de esta cuesta te puede echar al traste el resto
de la carrera. Nos ponemos a 4’25” para subir el primer tramo y, cuando la
pendiente empieza a suavizarse volvemos a subir el ritmo. Nos percatamos que
cada vez tenemos a Miguel más cerca y que alcanzarlo será cuestión de tiempo.
Nos encaminamos hacia Valencina y seguimos subiendo. El
primer tramo del pueblo es el más difícil pero después cogeremos una leve bajada
para atravesar el pueblo que nos servirá para recuperar. Dos kilómetros por
Valencina para luego coger de nuevo rumbo hacia Gines. Esto ya es una zona
conocida, los entrenamientos los hacemos por aquí y eso nos debe ayudar. El
leve descenso por el carril bici nos incita a quitarle de nuevo tiempo al crono
con un ritmo muy bueno. Es una sensación rara porque vamos por debajo de 4’00”
pero no tengo la sensación de ir tan rápido si no todo lo contrario. Voy rápido
pero con una zancada cómoda.
En la entrada en Gines encontramos algo que no habíamos
tenido antes, el apoyo y el ánimo de la gente anónima. A las puertas del parque
se concentra un buen número de aficionados para animar (entiendo que serán
familiares de los corredores) aplaudiendo a todos los que pasan. Poco más
adelante está mi sobrino con mi hermana y mi cuñado esperando, también les
saludo y continúo ya pensando en los dos últimos kilómetros.
Km. 6 |
Estamos cerca del 14 y Delicado me anima a apretar un poco
más pero le digo: “Quieto, que hay que llegar vivo al 14” . Porque es aquí cuando
comienza la parte dura del final de la carrera, 1.5 km . en subida hasta
llegar a la meta. Comenzamos a subir hacia la plaza. Esta zona me gusta y me
resulta cómodo coger un ritmo rápido pese a la subida. En la plaza de nuevo
recibimos el calor del público que nos anima y aprovechamos el descanso que nos
da la subida para recuperar. En este tramo está esperando otra vez mi hijo al
que se han unido mis padres para ver el último tramo de la carrera.
Ya solo nos queda el repecho final y en este momento cogemos
a Miguel que se une a nosotros, le hemos ido recortando terreno desde Guzmán y
llegaba el momento de cogerlo. Estamos a 500 m . de la meta y aún me veo fuerte. Esto me
hace aumentar de nuevo el ritmo pero me da la sensación de que Delicado y
Miguel van más justos. Me pongo delante de ellos para poner el ritmo pero voy
constantemente mirando para atrás para que no se queden. Ya en la recta de Meta
veo a Castro que está lesionado y a Juaki, que no sé que hace ahí porque tendría
que estar corriendo, animándonos en los últimos metros. Y llegamos los tres
juntos a Meta en 1h02’20” ¡¡TIEMPAZO!! Nos sale una media de 3’59” según el
tiempo oficial, 65º de la general y 16º de la categoría. No puedo estar más
contento.
Nos vamos a la zona mixta donde recogemos la bolsa del
corredor, unas cervecitas y nos ponemos a contarnos nuestras batallitas de la
carrera mientras vamos esperando que lleguen todos.
Tras una ducha en casa, recojo a la familia y nos vamos a la
barbacoa que habíamos organizado en el mismo recinto de la Fasa Renault.
Ambiente festivo y familiar donde nuestras familias tienen la oportunidad de
conocer o volver a ver a los compañeros de fatiga con los que cada semana
compartimos horas de entrenos y nosotros la oportunidad de saludar a las
familias de nuestros compañeros y estrechar aún más la unión del grupo.
Además, dimos buena cuenta de los aperitivos que cada uno
aportó a la barbacoa, de la magnífica paella de Juan Antonio, y de los
filetitos que nos hizo a la plancha un pedazo de cocinero como Manolo. En fin,
un domingo de carrera estupendo en el que acabé contento con la carrera y con
la post-carrera.
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