martes, 4 de septiembre de 2012

Entrenamiento soporífero

Crónica de archivo.
09.08.2012

Recupero esta crónica para que no se me olvide que a 40ºC no se debe entrenar.

9 de agosto de 2012, 20.15 horas, 40ºC.

La calor hace mella en el grupo y apenas nos presentamos 6 al entrenamiento pero, como unos machotes, allá que nos vamos a surcar los caminos de la comarca. Hoy el esfuerzo debe ser moderado, o mejor suave, y tenemos que llevar el avituallamiento necesario encima. Yo voy equipado con mi botella de agua congelada. Salimos en grupo y nos encaminamos hacia Espartinas. Será un recorrido corto, apenas 11 km.

A los pocos minutos de salir ya se siente la necesidad de beber, pero el agua sigue congelada, así que habrá que esperar un poco más para dar el primer trago. Una vez que nos encontramos la primera cuesta nos dividimos en 3 dúos. Juan Antonio y Polvillo se adelantan unos metros, después vamos mi hermano y yo y Manolo y Francisco se quedan por detrás. Ahora sí puedo beber y se agradece el agua fresquita. La temperatura sigue en todo lo alto y no corre nada de brisa. Esto está siendo más duro de lo esperado.

Pasados unos kilómetros la ingesta de agua cada vez es más constante, me saco la botella del cinturón y la llevo continuamente en la mano. Gracias a Dios el hielo no se está derritiendo demasiado deprisa y aún conservo el agua fresquita.

Apenas nos queda la cuesta del matadero pero estamos acusando en demasía el agotamiento acumulado por las altas temperaturas. Finalmente llegamos al polideportivo, ya están allí Juan Antonio y José Manuel, Manolo llegaría más tarde y al final Francisco. El agua me ha aguantado fresquita 10 km.

No vuelvo a repetir un entrenamiento así. Con estas temperaturas mejor quedarse en la piscina y nadar un poco.

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