domingo, 29 de marzo de 2015

IX Carrera Montaña Sierra de Tentudía 2015

22.03.2015


El equipo antes de la salida
El pasado domingo estuve en la Sierra de Tentudía para debutar en una carrera de montaña con un gran grupo de mi club. Mi debut tuvo un cierto sabor agridulce por unos problemas físicos y una climatología adversa, pero eso no empaña lo bien que lo pasamos el fin de semana por tierras extremeñas. Como digo, el tiempo no acompañó y, aunque tomamos la salida sin frío y sin agua, conforme íbamos ascendiendo y avanzaba la prueba la niebla se hacía cada vez más espesa, el frío más intenso y la lluvia comenzaba a dejarse notar.

No podíamos esconder lo que estábamos disfrutando
Desde el comienzo notaba un raro cansancio que achaqué a las pendientes que estábamos subiendo, ya que, en terreno favorable el cansancio desaparecía por completo. Mi intención en esta carrera simplemente era disfrutar y procuré hacerlo durante toda la carrera, incluso parando a hacernos algunas fotos por el camino. Comenzamos la carrera en el pueblo Cabeza la Vaca, a unos 750 metros, donde me despedí de mi mujer y mi hijo, y el primer cerro (Cerro Molino) de unos 900 metros lo subimos bastante bien. Acabábamos de empezar y aun teníamos fuerzas. El segundo ya se hizo más difícil, el pico Bonales de 1.059 metros se nos atragantó un poco. A estas alturas el frío se hacía notar y ya teníamos la niebla encima que nos impedía poder disfrutar de las maravillosas vistas que intuíamos pero que no podíamos ver. 

Con mi amigo Delicado hice gran parte de la carrera
Un entorno maravilloso
A partir de aquí también nos encontrábamos con unos descensos muy técnicos donde teníamos que tener mucho cuidado para no acabar en el suelo. El Alto de la Antena de 1.040 metros vino después y estando arriba me dí cuenta que el nombre le viene por una enorme antena de telefonía que corona el alto. Éste también lo pasamos con bastante solvencia pero ya con la compañía de la lluvia que no se quería perder nuestro paso por el Alto de Tentudía que sería el siguiente a afrontar. Se hizo dura la subida al Monasterio de Tentudía (1.112 metros) pero se compensó al llegar arriba y ver que me esperaba allí mi familia bajo un aguacero tremendo pero con la alegría de verme llegar. Me quité el cortavientos y me puse un chubasquero impermeable más acorde al diluvio que estábamos soportando. Habíamos llegado al punto más alto de la carrera y ahora nos tocaban unos 8 km. de bajada antes de afrontar las dos últimas cotas de unos 900 metros cada una.

Apunto de hacer cumbre en Tentudía
Estamos en el kilómetro 18 cuando empezamos a bajar, el subidón de haber llegado a lo más alto me duró 2 kilómetros, el tiempo que tardaron los calambres en aparecer un mis piernas. A partir de entonces fue un pequeño calvario, los calambres comenzaron en los cuádriceps y se fueron haciendo cada vez más intensos. Aprovechaba los pequeños repechos para andar y aliviar el dolor. Era la primer vez que sufría de calambres y me cogió por sorpresa. Tras los cuádriceps fueron los gemelos y posteriormente los isquiotibiales. Ya no había un sitio de las piernas donde no notara los calambres y antes de comenzar de nuevo a subir me paré sin decirle nada a los compañeros con los que iba para evitar que ellos se pararan también y estuve unos minutos estirando las piernas. 

Estando allí parado me alcanzó mi hermano y algunos compañeros más que venían por detrás y con ellos volví a correr otra vez. Tras la parada me encontraba mejor aunque los calambres seguían conmigo. Pasamos los dos cerros que nos quedaban sin demasiados problemas y entramos de nuevo en el pueblo buscando la meta. Al final paramos el crono en 3h25, mejor de lo previsto a pesar de los problemas, y me fui directo a la carpa de los fisioterapeutas para que me arreglaran las piernas. 

Con Ángel, Candi y mi hermano acabé la carrera
Sin duda fue una carrera muy bonita aunque el tiempo no nos dejara descubrirla en todo su esplendor y a la que habrá que volver en mejores condiciones.